Los gatos domésticos que no salen al exterior necesitan hacer ejercicio frecuente para evitar el riesgo de la obesidad y, por otra parte, necesitan estimulación mental para no caer en el aburrimiento. Normalmente los gatos duermen muchas horas al día, pero esto no quiere decir que en los momentos en los que estén despiertos no necesiten hacer nada. Si no tienen nada que hacer, se aburren y pueden desarrollar comportamientos destructivos, por eso los expertos recomiendan incluir lo que se denomina “enriquecimiento ambiental”, es decir, elementos de todo tipo que despierten el interés del gato y le permitan interactuar con el entorno, hacer ejercicio, mantener su mente despierta, y controlar el estrés.
Hay muchas maneras de estimular a un gato a hacer ejercicio y enriquecer su entorno.
Por ejemplo:
- Si lo tolera, si no le supone una fuente de estrés, está entrenado y no hay riesgo en el exterior, hay gatos a los que se les puede poner una correa y pasear por el exterior (cuidado con los perros).
- Si el gato tiene mucha predisposición por la caza, existe una enorme variedad de juguetes comerciales o que podemos fabricar nosotros, que le estimulará a cazarlos: con forma de ratón, bolitas de papel (nunca de papel de aluminio porque se lo pueden tragar y producir problemas digestivos), cañas de pescar hechas con un palo, un cordón con algo que cuelgue, plumas… la imaginación es libre aunque siempre hay que estar pendiente de la seguridad y evitar que se traguen piezas pequeñas.
- En el mercado podemos incluso encontrar juguetes a pilas que se mueven solos y les hacen perseguirlos.
- A los gatos les encantan las cajas de cartón: si les ponemos unas cuantas en una habitación, pasarán un rato muy divertido entrando y saliendo de ellas.
- También hay gatos muy glotones que están muy motivados por la comida y tienen más tendencia a la obesidad. En estos casos, en vez de darles de comer en su cuenco, podemos usar juguetes interactivos que guardan la comida y les obligan a sacarla haciendo ejercicio y obligándoles a pensar.
- Igual que en el caso anterior, podemos buscar juguetes comerciales o fabricarlos nosotros mismos con materiales como cartón o papel (siempre materiales que sean biodegradables, no tóxicos y que no produzcan una obstrucción intestinal si se los tragan). Hay que tener cuidado al emplear hilos o cuerdas finas y tener al gato bajo supervisión ya que si se los tragan se pueden producir problemas intestinales muy graves: es mejor manejar nosotros el hilo y no dejárselo al gato.
- Construir una casa divertida para los gatos es obligatorio para cualquier hogar que quiera tener una mascota feliz. Los gatos se sienten seguros en lugares altos donde puedan controlar su territorio, por lo que una buena idea es colocar baldas a diferentes alturas ocupando una pared o más de una, de tal manera que puedan subir y bajar, y tumbarse y observarnos desde las alturas. También podemos añadir elementos que les permitan trepar: cuerdas o redes de tejido natural, y ponerles cajas para esconderse y camas para tumbarse y descansar.
Y recuerda: si el gato tiene algún problema de salud siempre es recomendable consultar con el veterinario por si hubiera algún tipo de ejercicio que estuviera contraindicado (por ejemplo, saltar). Él/ella puede ayudarnos a diseñar el programa de ejercicios personalizado para la edad y la condición física de cada gato. ¡Consúltale!